sábado, 13 de agosto de 2011

El templo de Debod. Madrid

El templo de Debod estaba situado al sur de Egipto, en la Baja Nubia, muy cerca de la primera catarata y del gran centro religioso dedicado a la diosa Isis, en la isla de Filé.

Esta región, fronteriza con el poderoso reino de Meroe, fue objeto de disputa entre los gobernantes egipcios y meroitas hasta el siglo I antes de Cristo, cuando el emperador romano Augusto estableció definitivamente la frontera. A partir del siglo III después de Cristo, la región quedó en manos de los nómadas del desierto, fuera del control romano. 

La construcción del templo la inició, a comienzos del siglo II antes de Cristo, el rey de Meroe Adijalamani, quien levantó una capilla dedicada a los dioses Amón e Isis. La capilla, decorada con relieves, es uno de los pocos lugares donde se documenta a este monarca. Posteriormente, distintos reyes de la dinastía ptolemaica construyeron nuevas estancias alrededor del núcleo original hasta darle un aspecto cercano al actual. 

El templo de Debod está situado en uno de los parajes más bellos de la ciudad de Madrid, junto al parque del Oeste. Desde el mirador de los jardines se puede contemplar una espectacular panorámica del entorno de la ciudad que abarca desde la Casa de Campo hasta las cumbres del Guadarrama.

El templo de Debod está cerca, así mismo, de algunas de las calles más comerciales de la ciudad, Gran Vía y Princesa, o de lugares tan turísticos como las plazas de España y de Oriente. En sus inmediaciones se encuentran además otros museos y centros de interés cultural: el Museo Cerralbo, la Ermita de San Antonio de la Florida o el Palacio Real.

Luego de ser anexionado Egipto al Imperio Romano, fueron los emperadores Augusto, Tiberio y, tal vez Adriano, quienes culminaron la construcción y decoración del edificio. Con el cierre de los santuarios de Isis en Filé, en el siglo VI, el templo quedó abandonado.

La construcción de la Gran Presa de Asuán y la consiguiente amenaza para los monumentos y lugares arqueológicos de la Baja Nubia, llevó a la UNESCO a hacer un llamamiento internacional, en 1960, para salvar los monumentos en peligro. España obtuvo en 1968 el templo de Debod, en agradecimiento por la ayuda prestada en el salvamento de Abu Simbel.

Reconstruido y abierto al público desde 1972, el templo de Debod constituye uno de los pocos testimonios arquitectónicos egipcios que pueden verse completos fuera de Egipto y el único de sus características existente en España.

El templo de Debod está situado en uno de los parajes más bellos de la ciudad de Madrid, junto al parque del Oeste. Desde el mirador de los jardines se puede contemplar una espectacular panorámica del entorno de la ciudad que abarca desde la Casa de Campo hasta las cumbres del Guadarrama.

El templo de Debod está cerca, así mismo, de algunas de las calles más comerciales de la ciudad, Gran Vía y Princesa, o de lugares tan turísticos como las plazas de España y de Oriente. En sus inmediaciones se encuentran además otros museos y centros de interés cultural: el Museo Cerralbo, la Ermita de San Antonio de la Florida o el Palacio Real.

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Imágenes:


viernes, 24 de junio de 2011

La Plaza Mayor de Salamanca.

Plaza de estilo barroco, se construye en la primera mitad del siglo XVIII, de 1729 a 1755. De planta casi cuadrada, es cerrada y porticada formándose grandes arcadas sobre las puertas que dan salida a las distintas calles que en ella confluyen.

Datos históricos.

Nació de modo natural junto a la antigua Puerta del Sol de la muralla y, por encontrarse allí la iglesia de San Martín fue conocida como Plaza de San Martín o Plaza de Oriente.

Por entonces era mucho más grande y se extendía no solamente por la actual plaza, sino que comprendía la Plaza del Mercado, la del Corrillo y la del Poeta Iglesias, siendo considerada como "La plaza más grande de la cristiandad", en la cual se realizaban simultáneamente todas las funciones de una plaza (fiestas, mercado, etc.). Las fuentes de la época la consideraban La Plaza más grande de la Cristiandad. En el solar además de estar la Plaza de San Martín presidida por la Iglesia de San Martín, se encontraba el ayuntamiento y diversas casas y puestos utilizados como mercado. Estas casas fueron derribadas para construir la plaza con esta nueva construcción el consistorio buscaba un edificio no solo para utilizarlo como ayuntamiento, mercado protegido del mal tiempo con los soportales o lugar de festejos, sino también para mostrar la grandeza de la ciudad.

La Plaza se construyó en dos etapas, de 1729 a 1735 y de 1750 a 1755 debido a las dificultades con los propietarios de los solares contiguos, ya que estos perdían terreno y fachada de sus casas.

En 1724 se segrega la plaza actual y se comienza a construir su perímetro por el arquitecto Alberto de Churriguera, trasladándose a ella el Ayuntamiento (las Casas Consistoriales) lo que le da el rango de Plaza Mayor. Muerto Churriguera, continua las obras su sobrino, Manuel de Lara Churriguera. De 1751 a 1755 se reinician las obras tras lograr llegar a un acuerdo con los propietarios en 1741. Ya en ese año se intentó reiniciar las obras dirigidas por Manuel de Lara Churriguera, pero fue destituido debido a unos problemas legales que plantean los vecinos, respecto al proyecto de Lara. Finalmente el consistorio encarga la terminación de la obra a Andrés García de Quiñones quien reactivaría el proyecto lográndose en 1755 cerrar la plaza. Aunque desde entonces ha sufrido diversas modificaciones.

La plaza fue declarada en 1935 Monumento Nacional y en 1973 Monumento Histórico-Artístico.

Construcción

En la primera fase, de 1729 a 1735 se construyó el Pabellón Real y el Pabellón de San Martín, construidos sobre terrenos propiedad del ayuntamiento. El Pabellón real se llama así por estar consagrado a la monarquía, encima de su arco principal puede verse una placa con la inscripción de su fundación. Este aro está flanqueado por los medallones de los monarcas reinantes en ese momento; Felipe V e Isabel de Farnesio. La placa está debajo de la figura de San Fernando, patrón de la monarquía española con los atributos del globo terráqueo y la espada. Ambos pabellones se complementan con una serie de medallones que representan a los reyes hispanos a conquistadores y caballeros.

Los pórticos se hallan formados por 88 arcos de medio punto, sobre robustos pilares. En esta plaza se encuentra el Ayuntamiento y se desarrolla la mayor parte de la vida estudiantil y ciudadana. El edificio del Ayuntamiento es obra de Andrés García de Quiñones. El Pabellón Real se construyó para que los reyes presidieran los torneos y festejos, cosa que al parecer nunca ha ocurrido.

El aspecto actual, en lo que se refiere al pavimento (baldosas de granito gris, con marcas de granito rosa) se hizo hacia 1952. Hasta entonces tenía un jardín central, con árboles, arriates de flor y un quiosco de música en su centro. Una calle adoquinada lo contorneaba. Destacan el ala Norte (Ayuntamiento) y el ala este (Pabellón Real).